jueves, 5 de enero de 2012

Así me encuentro yo, ahora, despertando de un sueño,
hecho de palabras que comunican almas, tan alejadas,
historias comunes de seres vestidos de verde y plata,
verdes como las hojas y plateados como las lágrimas.

Esas hojas con las que jugábamos a escribir mensajes,
donde la vida surgía a cada instante, mejor que antes.
Pero ahora por sus enveses se resbalan pequeñas gotas
fragmentos de agua salada, extractos de nuestras almas.

Ecos de la pena que me toca en las horas más amargas.
porque los paisajes que descubrí aquel día se han ido...
ya no vuelan los pájaros por entre el cielo y las aguas.
Ya no escucho su canto, y no entiendo por qué ha sido.

En esta mágica noche de fugaces ilusiones de juguetes
escribo esta carta porque una parte de mi aún es magia
Y a la magia le pido que un día encontremos la fuente,
el camino perdido para beber de las aguas del presente.

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